En palabras de Donatella Versace, «buscaba una fragancia
intensa y decidida que se adaptara a un hombre seguro de sí mismo y, sobre
todo, atractivo» Ese encargo cobró vida cuando el maestro perfumista Alberto
Morillas destiló la vitalidad del Mediterráneo en Versace Pour Homme Eau
de Toilette. Su arranque chispeante mezcla bergamota de Calabria,
neroli, citrón de Diamante y hojas de naranja amarga, un estallido
cítrico-verde que comunica pulcritud instantánea y carácter luminoso.
Pasados unos minutos, emerge un corazón tan elegante como
seguro: geranio rosado, el matiz aromático del amaro (clary sage)
y la frescura húmeda del jacinto azul generan un acorde limpio, casi
jabonoso, que evoca brisa marina sobre lino recién planchado. Este equilibrio
entre transparencia floral y facetas herbales mantiene la vibra decidida que
Donatella imaginó, proyectando confianza sin agresividad.
A medida que se asienta, la fragancia revela un lecho
sensual de madera de cedro y oud ligero, pulido por la calidez mineral
del ámbar y un velo de almizcle blanco que añade profundidad sin restar
frescura. Esta combinación asegura una longevidad promedio de 6 a 7 horas en
piel, con proyección clara las dos primeras y una estela cercana pero
perceptible el resto del día.
Versátil por naturaleza, Versace Pour Homme se mueve
con soltura del traje de oficina a la cita nocturna, brillando especialmente en
climas templados o cálidos gracias a su dualidad cítrica-amaderada. Fresco,
limpio y resueltamente masculino, es la firma olfativa perfecta para quien
quiere dejar huella sin levantar la voz.