Durante un milenio, el Imperio estuvo en guerra. Impulsado por el rigor militar y una alianza sin precedentes con los dragones, los Ejércitos Imperiales celebraron incontables victorias y padecieron escasas derrotas. El Imperio creció tanto que su mayor enemigo ya no era alguna de las naciones bárbaras del Este, sino su propio tamaño ingobernable. En sus fronteras, las victorias y la expansión fueron sustituidas por un ciclo interminable de rebeliones y reconquistas.
Hastiado de la guerra, el Emperador elaboró una nueva y audaz estrategia: asegurar la paz a través del comercio. Hace ciento cincuenta años dispuso la fundación de Thandar, un puesto comercial independiente en la misma frontera, en la confluencia de los cuatro grandes ríos.
Aunque muchos sostuvieron que la paz con las tribus salvajes era imposible, el comercio floreció y el puesto comercial creció rápidamente hasta convertirse en un pueblo; luego en una pequeña ciudad; y siguió creciendo…
Hero Realms se ubica en la pujante metrópolis en la que se ha convertido Thandar. La ciudad-estado alberga ahora a gentes de todas las especies y las naciones del mundo conocido. Aunque el comercio de Thandar ha traído a las naciones la paz prometida, la riqueza generada por su actividad comercial alimenta interminables conflictos políticos y materiales entre sus residentes.