A mediados del tercer milenio la Humanidad ya había colonizado los planetas y satélites deshabitados del Sistema Solar. Poco después se encontró en una luna de Saturno un material cristalino que permitió construir un sistema de propulsión más avanzado que ningún otro. Gracias a ello se pudieron alcanzar unas velocidades superlumínicas que permitieron a estos primeros navegantes abandonar finalmente el Sistema Solar. Muy pronto estos colonos espaciales se toparon con otras razas inteligentes con tecnologías que también les permitían viajar por todo el Universo a una velocidad superior a la de la luz. Y muy pronto también hubo que buscar más territorios donde fundar nuevas colonias. Una misión que acabaría encomendándose a un grupo muy especial de viajeros estelares: ustedes.