Gucci Bloom es una celebración a la feminidad auténtica, libre y en constante evolución. Concebida por el director creativo Alessandro Michele y compuesta por el legendario perfumista Alberto Morillas, esta fragancia fue diseñada para oler exactamente a lo que su nombre sugiere: a flores que están en plena floración, frescas, reales, sin adornos innecesarios. Es una experiencia pura, intensa y profundamente floral.
Desde el primer instante, Bloom se despliega como un ramo blanco vibrante, natural y lujoso. Su nota más característica, el Rangoon Creeper (una flor del sur de la India rara en perfumería), introduce un aire exótico y ligeramente dulce, marcando una diferencia inmediata frente a otras fragancias florales más convencionales. Su aroma recuerda a flores frescas cortadas, húmedas, con un matiz verde y silvestre.
A medida que evoluciona sobre la piel, se revela un corazón glorioso de jazmín sambac y tuberosa natural, que aportan profundidad, sensualidad y textura cremosa. No hay cítricos, frutas ni maderas que distraigan: aquí todo gira en torno a las flores. Es una sinfonía monocromática floral, elegante y sofisticada, pensada para mujeres que aman lo genuino, lo delicado, pero también lo poderoso.
La estela que deja Bloom es suave, persistente y femenina, como si llevaras contigo un jardín secreto que se abre en silencio y se queda contigo durante horas. No es un floral común: es complejo, refinado y profundamente íntimo. No invade, pero sí conquista.