La Chata está recomendada para pacientes en cama, personas ancianas o con movilidad reducida. Es vital para esos pacientes que no pueden moverse o no se valen por sí mismos para incorporarse; este producto tiene uso domiciliario, aunque es más común en residencias de personas mayores, clínicas de rehabilitación u hospitales.
Es muy fácil de limpiar, ya que para su higiene puede utilizarse agua tibia, se recomienda que este dispositivo se lave en cada uso, con agua y jabón.
Tiene un uso unisex, por lo que pueden utilizarlo tanto hombres como mujeres.