La Instax Wide 300 cuenta con una apariencia sólida y robusta capaz de transmitirnos seguridad al cargar con ella. Su estructura ergonómica nos brinda un agarre seguro, además de que su tamaño que apenas alcanza los 12 cm de altura resulta muy cómodo en cualquier evento.
Su peso ronda los 600 gramos, por lo que no califica como una cámara demasiado difícil de llevar en un bolso. El interruptor de apagado/encendido lo encontraremos justo al lado del obturador. Además, para cambiar entre los modos claro y oscuro tenemos un pequeño botón situado en la parte posterior. Integra una pequeña pantalla del lado izquierdo que indica la activación del modo oscuro con una D y el modo claro con una L.
Cuenta con un botón para el flash, y a pesar de que éste no puede apagarse, sí podemos dispararlo aunque la cámara decida que no es necesario. También podremos observar una perilla alrededor de su lente que permite cambiar entre sus dos rangos focales, brindándonos así una mayor practicidad a la hora de hacer nuestras fotografías instantáneas. Por último, en la parte superior de la Instax Wide 300 encontraremos la ranura de expulsión de las impresiones.
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