Cada jugador tendrá una plantilla y 12 piezas. Un jugador tirará el dado y le dará la vuelta al reloj de arena. El símbolo que aparezca en el dado indicará qué piezas se deben utilizar. Luego cada jugador intentará completar su figura tan deprisa como pueda con las piezas correspondientes. El más rápido deberá gritar “¡Ubongo!” cuando haya terminado y luego podrá mover su ficha y coger dos gemas. El resto de jugadores deberán seguir jugando sin detenerse: mientras el reloj de arena siga corriendo todavía tendrán tiempo de completar la plantilla y así conseguir un par de gemas. Al final, el jugador que tenga más gemas de un mismo color será el ganador de la partida. Y no siempre habrá un ganador.