La moda francesa siempre ha sido el paradigma de la elegancia: una elegancia sencilla y delicada, pero rica en detalles. Con el New Look de Dior, la chaqueta Le Smoking de Yves Saint Laurent o el little black dress de Chanel, los grandes diseñadores galos han demostrado que la moda no es solo una forma de vestir, sino también una forma de arte. La pasión de Megan Hess por los conjuntos y vestidos franceses impulsó su trayectoria profesional como ilustradora de moda. En las páginas de este volumen desgrana la historia de diez míticos diseñadores —Chanel, Dior, Saint Laurent, Lanvin, Givenchy, Chloé, Balmain, Louis Vuitton, Hermès y Celine— y recrea las piezas más relevantes tanto de sus colecciones de alta costura como de prêt-à-porter.